martes, 28 de enero de 2014

El primer vuelo hacia el sol…



Dicen que los primeros vuelos suelen ser cortos, fugaces, llenos de aleteos aún desincronizados, confusos y con la adrenalina al mil por ciento…
Pichona se levantó un día, desempolvada, sucia y con muchas ganas de volar. Pichona no pudo descansar más; comenzó a construirse, a revelarse, recogiendo sueños y venciendo adversidades, una a una, con pequeños aleteos, con la adrenalina al mil por ciento.
Es entonces que me encuentra de improvisto, saliendo del huevo y tratando de remendar mis primeros jirones; ella se levanta, a plan de poesía echa sus primeros vuelos y baila… con un ritmo desenfadado, loco, llano, simple pero audaz.
Ya no es la que era antes, ahora la vemos guiada por los pasos de un pequeño grande, recorriendo el charco marchando al compás de un riff sentencioso, fluyendo con una armónica juguetona; de arriba hacia abajo, por los parques, por las plazas, por los bancos, los centros comerciales, los tweets, los likes y las telarañas invisibles que la enlazan, la envuelven y la envían a rincones que jamás había pensado volar.
Pichona no quiere morir, Pichona es ardiente, fuerte y VIVA. Pichona apuesta tan alto que muchos no lo creen, que duele en almas enfermas y goza en espíritus libres.
Pichona es un pacto, un deseo, una esperanza al rojo vivo; prefiere comenzar liviana, llena de amigos, llena de mentes “dementes” que la recogen para sí y le regalan un recuerdo latente, una marca indeleble, para luego devolverla al vuelo, allá, donde quiere llegar.
Les invito a conocerla, y conocer junto a ella a todos los que “fuimos parte permanente de volar mejor”, nombrados y anónimos, en los conciertos, en la red, en la obscuridad de nuestra habitación, luchando con el día a día, dejándonos toda la vida por el arte. Todos estos hermanos del alma que hacen que este sueño que apenas comienza, comience de la mejor forma.
El Rococo.

Mira el videoclip:

Descárgate el corte desde aquí: